Su fin es fomentar la devoción a la Virgen María, Madre de Dios, concebida sin pecado original y modelo de la Iglesia Peregrina, conscientes de que el culto a la Madre redunda en gloria y alabanza de su Hijo, el Salvador, por medio de la Medalla Milagrosa y el apostolado que se ejerce mediante la Visita Domiciliaria. |